Trazos para la posteridad.
El País publica un artículo sobre "manuscritos y autógrafos" memorables. Por ejemplo, la única copia escrita que se conserva del Cantar de Mío Cid se halla en una caja de caudales Rudy Meyer, a temperatura estable, en una planta alta de la Biblioteca Nacional. La carta de limpieza de sangre de Rodrigo, padre de Miguel de Cervantes, o la venta de una casa por Félix Lope de Vega en El Archivo de Protocolos. El Archivo Histórico Nacional guarda la correspondencia entre Felipe II y su secretario Mateo Vázquez, o las cartas de recomendación de Ana de Mendoza, Princesa de Éboli.
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