La Iglesia busca datos en los archivos de la guerra civil para canonizar a 250 valencianos.
La Iglesia busca los datos necesarios que permitan ayudar a la canonización de 250 personas, según confirmó el delegado diocesano para las causas de los Santos del Arzobispado de Valencia, Ramón Fita.
Fita recalcó el hecho de que se trata de «causas ya históricas» que tienen por objetivo tratar de «documentar el martirio de esas personas y en estos expedientes sumarísimos están quienes intervienen en el mismo».
Ramón Fita recordó que cuando empezaron el actual proceso de canonización (el anterior se prolongó durante alrededor de 40 años) «todavía quedaban testigos, familiares directos de las personas que se van a canonizar». Sin embargo, estas pruebas vivientes han desaparecido y esto dificulta la labor puesto que solamente queda acudir a la documentación, y esta es muy amplia y más costosa de examinar, pero es vital. Para Fita «la prueba documental es muy importante».
El delegado diocesano espera que todos estos expedientes regresen lo antes posible a Valencia para que puedan seguir con su investigación, que quedó frenada con el traslado de los archivos. Eso sí, Fita reconoce que si la documentación volviera informatizada sería mucho mejor ya que el propio representante eclesiástico vio «físicamente los archivos y algunos de ellos estaban mal a causa de la riada que sufrieron».
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La Iglesia busca los datos necesarios que permitan ayudar a la canonización de 250 personas, según confirmó el delegado diocesano para las causas de los Santos del Arzobispado de Valencia, Ramón Fita.
Fita recalcó el hecho de que se trata de «causas ya históricas» que tienen por objetivo tratar de «documentar el martirio de esas personas y en estos expedientes sumarísimos están quienes intervienen en el mismo».
Ramón Fita recordó que cuando empezaron el actual proceso de canonización (el anterior se prolongó durante alrededor de 40 años) «todavía quedaban testigos, familiares directos de las personas que se van a canonizar». Sin embargo, estas pruebas vivientes han desaparecido y esto dificulta la labor puesto que solamente queda acudir a la documentación, y esta es muy amplia y más costosa de examinar, pero es vital. Para Fita «la prueba documental es muy importante».
El delegado diocesano espera que todos estos expedientes regresen lo antes posible a Valencia para que puedan seguir con su investigación, que quedó frenada con el traslado de los archivos. Eso sí, Fita reconoce que si la documentación volviera informatizada sería mucho mejor ya que el propio representante eclesiástico vio «físicamente los archivos y algunos de ellos estaban mal a causa de la riada que sufrieron».
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