El Principado de Asturias asumirá todo el archivo de Ensidesa si Arcelor le entrega los documentos.
El primer capítulo de la historia documental de Ensidesa -condensado en papeles que llenan 1.343 cajas y 19.000 fotografías- está a buen recaudo en la sede del Archivo Histórico de Asturias.
El material que aún aguarda a ser trasladado a Oviedo se apila en preocupantes condiciones de conservación desperdigado por varios locales de Arcelor.
La Consejería de Cultura, el organismo del que depende el Archivo Histórico, tiene muy claro a que corresponde a la empresa siderúrgica la iniciativa de entregar la parte del archivo de Ensidesa.
Los precedentes del interés de Arcelor por los archivos de su pasado no invitan precisamente al optimismo. El material que ya se guarda en Oviedo estuvo primero en manos del Ayuntamiento de Avilés, que los usó como materia prima para una escuela taller de restauración y gracias a ese vínculo municipal es que ahora están en el Archivo. Algunas de las intervenciones conocidas de Arcelor en materias relacionadas con el archivo son censurables a ojos de los expertos en patrimonio, como la quema de documentos de Uninsa -empresa absorbida por Ensidesa en 1973- en el foso de escoria de la factoría de Gijón.
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El primer capítulo de la historia documental de Ensidesa -condensado en papeles que llenan 1.343 cajas y 19.000 fotografías- está a buen recaudo en la sede del Archivo Histórico de Asturias.
El material que aún aguarda a ser trasladado a Oviedo se apila en preocupantes condiciones de conservación desperdigado por varios locales de Arcelor.
La Consejería de Cultura, el organismo del que depende el Archivo Histórico, tiene muy claro a que corresponde a la empresa siderúrgica la iniciativa de entregar la parte del archivo de Ensidesa.
Los precedentes del interés de Arcelor por los archivos de su pasado no invitan precisamente al optimismo. El material que ya se guarda en Oviedo estuvo primero en manos del Ayuntamiento de Avilés, que los usó como materia prima para una escuela taller de restauración y gracias a ese vínculo municipal es que ahora están en el Archivo. Algunas de las intervenciones conocidas de Arcelor en materias relacionadas con el archivo son censurables a ojos de los expertos en patrimonio, como la quema de documentos de Uninsa -empresa absorbida por Ensidesa en 1973- en el foso de escoria de la factoría de Gijón.
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