Ourense: la Xunta reconoce la falta de rigor en el apilamiento de documentos judiciales.
En la Consellería de Presidencia tuvieron constancia, a través de la prensa, del estado de abandono, desorden, apelotonamiento, de millares de documentos en los bajos del Juzgado de lo Contencioso de Orense. Una vez tomaron conocimiento, el director xeral de Xustiza, Juan José Martín, indicó a que ‘en ningún caso se trata de expedientes vivos. Algunos son de 1920’.
El caos en el que se ordenaban los expedientes en el suelo, según Martín, respondía a una situación coyuntural: habían sido desplazados para dotar de armarios compactos el espacio en el que estaban anteriormente. Admite que en el apilamiento ‘pudo faltar rigor’.
A lo largo de este mes ‘pondremos los medios para proceder a limpiar y al traslado’. Una empresa por designar se pondrá a las órdenes de la ‘autoridad judicial, que debe marcar el cri terio con el que se muevan los archivos’. Está decidido que sea la quinta planta del edificio al que se dirijan los más antiguos. El resto pasará a engrosar el interior de los nuevos armarios compactos. Esta vez en orden.
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En la Consellería de Presidencia tuvieron constancia, a través de la prensa, del estado de abandono, desorden, apelotonamiento, de millares de documentos en los bajos del Juzgado de lo Contencioso de Orense. Una vez tomaron conocimiento, el director xeral de Xustiza, Juan José Martín, indicó a que ‘en ningún caso se trata de expedientes vivos. Algunos son de 1920’.
El caos en el que se ordenaban los expedientes en el suelo, según Martín, respondía a una situación coyuntural: habían sido desplazados para dotar de armarios compactos el espacio en el que estaban anteriormente. Admite que en el apilamiento ‘pudo faltar rigor’.
A lo largo de este mes ‘pondremos los medios para proceder a limpiar y al traslado’. Una empresa por designar se pondrá a las órdenes de la ‘autoridad judicial, que debe marcar el cri terio con el que se muevan los archivos’. Está decidido que sea la quinta planta del edificio al que se dirijan los más antiguos. El resto pasará a engrosar el interior de los nuevos armarios compactos. Esta vez en orden.
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