Un viaje al interior de los archivos Nazis.
"La administración satánica”, es como Udo Jost, el gerente de los archivos en Bad Arolsen, llama al mayor archivo del mundo sobre los horrores nazis. Los documentos que se guardan aquí fueron encontrados en toda Alemania y la Europa ocupada, a partir de 1945.
El archivo no está completo. En los últimos meses de la Guerra, con la derrota rápidamente aproximándose, los nazis iniciaron una campaña masiva de destrucción de documentos, que tuvo lugar especialmente en localidades que tuvieron tiempo para desprenderse de los documentos comprometedores. Cuanto más hacia el este uno mira el mapa, mayor la destrucción de documentos.
Los documentos, botines de Guerra, fueron colectados por los aliados: los americanos, soviéticos, ingleses y franceses. Al principio, fue elegida la ciudad de Kassel, en el centro de Alemania, como centro de colección de todo el material. Sin embargo, Kassel había sido totalmente destruida en los bombardeos, y carecía de la necesaria infraestructura. No lejos de allí había un cuartel abandonado de las SS, con buenas conexiones telefónicas y telegráficas, vitales para las operaciones de la organización. Así llego a Bad Arolsen, el Servicio Internacional de Localización, cuya misión original fue la de localizar personas desplazadas, dispersas por toda Europa.
“Speisezettel – Auschwitz” se lee en un documento tomado del estante al azar. Es la lista de los alimentos que recibían los prisioneros que pasaron la selección en el notorio campo de la muerte de Auschwitz. Así, el 7 de diciembre de 1942, un prisionero haciendo trabajo pesado, recibió 450 gr. de pan, 30 gr. de margarina y 125 gr. de queso. Si buscas el “menú” de dos años más tarde, estas magras raciones parecen un sueño hecho realidad.
Avanzando por el corredor: una tarjeta marrón de la policía secreta nazi. Ya en noviembre de 1935, la GESTAPO tenía bajo observación a un joven alemán sospechoso de “involucrarse en actividades separatistas” Apellido: Adenauer. Nombre: Konrad.
Un “tour” por uno de los depósitos con Katherin Flor, la directora de Comunicaciones del ITS (Servicio Internacional de Localización), es una lección de historia sin parecido a ninguna otra.
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"La administración satánica”, es como Udo Jost, el gerente de los archivos en Bad Arolsen, llama al mayor archivo del mundo sobre los horrores nazis. Los documentos que se guardan aquí fueron encontrados en toda Alemania y la Europa ocupada, a partir de 1945.
El archivo no está completo. En los últimos meses de la Guerra, con la derrota rápidamente aproximándose, los nazis iniciaron una campaña masiva de destrucción de documentos, que tuvo lugar especialmente en localidades que tuvieron tiempo para desprenderse de los documentos comprometedores. Cuanto más hacia el este uno mira el mapa, mayor la destrucción de documentos.
Los documentos, botines de Guerra, fueron colectados por los aliados: los americanos, soviéticos, ingleses y franceses. Al principio, fue elegida la ciudad de Kassel, en el centro de Alemania, como centro de colección de todo el material. Sin embargo, Kassel había sido totalmente destruida en los bombardeos, y carecía de la necesaria infraestructura. No lejos de allí había un cuartel abandonado de las SS, con buenas conexiones telefónicas y telegráficas, vitales para las operaciones de la organización. Así llego a Bad Arolsen, el Servicio Internacional de Localización, cuya misión original fue la de localizar personas desplazadas, dispersas por toda Europa.
“Speisezettel – Auschwitz” se lee en un documento tomado del estante al azar. Es la lista de los alimentos que recibían los prisioneros que pasaron la selección en el notorio campo de la muerte de Auschwitz. Así, el 7 de diciembre de 1942, un prisionero haciendo trabajo pesado, recibió 450 gr. de pan, 30 gr. de margarina y 125 gr. de queso. Si buscas el “menú” de dos años más tarde, estas magras raciones parecen un sueño hecho realidad.
Avanzando por el corredor: una tarjeta marrón de la policía secreta nazi. Ya en noviembre de 1935, la GESTAPO tenía bajo observación a un joven alemán sospechoso de “involucrarse en actividades separatistas” Apellido: Adenauer. Nombre: Konrad.
Un “tour” por uno de los depósitos con Katherin Flor, la directora de Comunicaciones del ITS (Servicio Internacional de Localización), es una lección de historia sin parecido a ninguna otra.
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Reportaje sobre Archivos de Bad Arolsen (2006)
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