Miles de datos confidenciales, a salvo de espías y robos en hangares seguros.
Administraciones públicas y empresas privadas confían sus documentos más sensibles a sociedades como la alavesa Custar, que actualmente almacena en sus instalaciones de Vitoria más de 200.000 contenedores con cientos de miles de archivos tales como expedientes administrativos, historiales clínicos, datos fiscales de los contribuyentes o procesos productivos de multinacionales.
Los documentos son custodiados por esta empresa en hangares repartidos por la capital alavesa que, por motivos de seguridad, carecen de cualquier elemento identificativo de la actividad que se desarrolla en ellos.
Custar presta servicio de custodia de todo tipo de documentos en formato papel. Tras su clasificación se crean unas bases de datos y se archivan en unos contenedores especiales que los preservan de la luz, del polvo y de la humedad para evitar su deterioro.
Los contenedores no están identificados con los nombres de los clientes y únicamente figuran en los mismos unos números que son los que sirven a la empresa para buscar la información que requieren consultar los propietarios de los documentos.
Si el cliente necesita un dato determinado se busca y se envía a través de procedimientos seguros, o bien por internet, mediante un sistema de claves, o por valijas especiales con sellos de protección, por lo que la cadena de seguridad nunca se rompe.
Además del papel, esta empresa se hace cargo desde hace unos meses de la custodia de datos almacenados en soportes magnéticos y ópticos (discos duros, vídeos, DVDs o CDs) que se guardan en una cámara llamada "Faraday" recubierta de un acero especial, lo que impide que entren en el habitáculo ondas electromagnéticas que puedan dañar la información.
En esta cámara se controla la temperatura y la humedad y los soportes son introducidos en unos maletines candados que sólo pueden abrir los clientes.
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