Los archivos canadienses se enfrentan al dilema de la conservación de los documentos electrónicos. No cuentan con instalaciones ni financiación suficiente, no tienen una estrategia global para hacer frente a los documentos electrónicos, ni experiencia ni capacidad para almacenarlos. El volumen crece tan rápidamente que los archivos se desbordan y no es posible garantizar que la información estará disponible dentro de unos años.
Un problema global y monumental, del que somos conscientes ¿sólo? los archiveros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario