La denuncia detalla que los conserjes, azafatas y vigilantes de seguridad de empresas subcontratadas entran en las fichas de los usuarios de la sanidad pública, con el consiguiente visionado de los datos confidenciales, con las claves y contraseñas que dejan los médicos de guardia de los servicios de urgencia u otro personal sanitario. Los denunciantes dejan claro que los trabajadores de seguridad "son obligados mediante coacciones verbales veladas, tanto por las empresas de seguridad, como por parte de los responsables de los centros de la Conselleria de Sanidad, a realizar funciones que claramente no son de su competencia".
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